Funcionario describió torturas a las que son sometidos militares y civiles en la Dgcim
Tamara Suju, abogada y presidenta del Instituto Casla, calificó el primer trimestre de 2019 como «el más duro por la masividad de las detenciones arbitrarias, por la ejecución de las torturas»
La aplicación de la tortura no es circunstancial en Venezuela. Así lo explicó el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, durante la presentación de un informe donde se detallan nuevos casos en el país, específicamente en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
En la presentación del informe que realizó el Instituto Casla, el teniente de Aviación y exfuncionario de la Dgcim, Ronald Dugarte, dio detalles sobre el adiestramiento de funcionarios cubanos o las torturas a las que son sometidos algunos de los detenidos dentro de la sede militar.
Explicó que en 2015 fue captado por la Dgcim para realizar estudios de contrainteligencia y fue capacitado por militares venezolanos «y principalmente por la milicia de inteligencia cubana».
Una de las principales misiones que me fue encomendada era ejecutar acciones de contrainteligencia militar que impidan o prevengan actividades de espionajes enemigas (…) Nos adiestraban en cómo poder estudiar las vulnerabilidades de cada componente militar, cómo captar a militares y civiles, principalmente del comandante de la unidad militar para aprehender a quien no siguiera ese lineamiento político dictador», relató Dugarte.
Dijo que presenció misiones entre funcionarios militares venezolanos y cubanos en todo el país «para monitorear mediante mecanismos de inteligencia a todas las unidades militares».
Dugarte aseveró que en los calabozos de la división de búsqueda, captura y custodia de la Dgcim están recluidos los presos políticos. «No me había imaginado ver tantas atrocidades inhumanas como las que viven los prisioneros siendo torturados (…) Los ayude con lo que estuvo a mi alcance a los prisioneros arriesgando mi vida».
«En los calabozos donde eran torturados los prisioneros nunca pude entrar. Solo permitían la entrada del mayor Hannover Herrero, mayor Blanco Hurtado, mayor Alexander Gramcko, teniente de navío Angola, capitán Cárdenas, capítán Becerra y muchos otros funcionarios que se encuentran en la lista de personal militar y la Dgcim. Sí pudo escuchar sus gritos y lamento tanto dolor que los opresores les causaban», detalló.
Luego de esto, dijo que son llevados a celdas con las manos atadas a la espalda, con capuchas o una carpeta amarrada a la cabeza con cinta adhesiva por 30 días y «no tienen derecho a nada. Solo a beber agua».
Sobre los detenidos, Dugarte afirmó que los tratan “como animales. No se le brinda el servicio médico, no se les deja tomar sol un rato. Todo el tiempo una opresión contra los prisioneros, tanto física como psicológicamente”.
Además, dijo que hay varios funcionarios que quisieran denunciar estas situaciones “pero tienen miedo de que el régimen los detenga o les haga lo mismo a sus familiares”.
Las torturas
Ronald Dugarte, exfuncionario adscrito a la división de investigación, proporcionó una serie de vídeos donde se muestra el interior de la Dgcim, las celdas y calabozos que son utilizados para torturar a los detenidos.
Indicó que el material fue grabado entre diciembre de 2018 y enero de 2019, y para ello ocultó su celular en un orificio que hizo a su uniforme.
Dugarte aseveró que al ingresar a la Dgcim querían obligarlo a realizar torturas a los detenidos
Uno de los vídeos mostrados en la OEA fue grabado a petición del coronel Franco Quintero, quien le indicó que debía filmar al coronel Juan Caguaripano porque se negaba a recibir el desayuno.
En el vídeo, Caguaripano dice que no comerá pues tiene malestares estomacales, y hasta que no hable con el coronel a cargo para que le permitiesen realizarse exámenes, no recibiría el alimento. Además, muestra un botellón con un líquido rojo, que según explica es su orina.
No, no voy a comer. Me siento mal del estómago y hasta que no hable con el coronel para tramitar mis exámenes médicos, no puedo comer. Estoy orinando sangre, aquí está la sangre. Necesito hablar con el encargado de la investigación”, alcanza a decir Caguaripano antes de que el custodio le cerrara la puerta.
El resto de los vídeos fueron grabados de forma clandestina. En ellos se ve a los coroneles Oswaldo García Palomo y José Acevedo junto a otra persona. Todos están esposados, acostados en una colchoneta sobre el piso mientras son custodiados dentro de la celda por un funcionario de la Dgcim.
En otro vídeo se muestra al coronel Jhonny Mejías Laya, perteneciente al batallón Ayala, que fue apresado y acusado de traición a la patria en febrero de 2019.
Dugarte explica que Mejías Laya pasó 30 días con las manos esposadas en la espalda, los ojos vendados con una carpeta y cinta plástica, y sentado sobre una colchoneta en el piso. “Ese vídeo fue grabado clandestinamente en horas de la madrugada (…) En ese cuarto él orinaba y hacía sus necesidades fisiológicas”, dijo Dugarte.
Sobre el general Miguel Rodríguez Torres, encarcelado desde marzo de 2018, dijo que se encuentra en una condición desfavorable. “Está muy grave, está siendo atendido semanalmente por fisioterapeutas”.
Él fue operado del hombro izquierdo, explicó el exfuncionario de la Dgcim. “En las pocas conversaciones que tuve con él, me dijo que el servicio médico es bueno pero las condiciones de su celda no son las más óptimas para su recuperación”.
Ronald Dugarte, ex funcionario de la DCGIM, detalla torturas físicas por parte de la DGCIM en la sede de Boleíta https://t.co/jaqGaO6czn
— TalCual (@DiarioTalCual) 20 de marzo de 2019
Continua testimonio de Ronald Dugarte, ex funcionario de la DGCIM, sobre torturas en Venezuela https://t.co/LYvjRacc7g
— TalCual (@DiarioTalCual) 20 de marzo de 2019
Denunciados
Luis Almagro dijo que a pesar de los avances en la legislación internacional y que prohíben la tortura incluso en tiempos de guerra, «todavía lamentablemente en nuestro hemisferio, se sigue utilizando la tortura no solo como instrumento de castigo y fuente de inteligencia, sino que su uso se ha expandido».
Recordó que el informe realizado sobre la violación de derechos humanos en Venezuela se documentaron cientos de casos y denuncias de personas sometidas a torturas físicas y psicológicas. «No solo torturaban y siguen torturando a las personas por ser opositores, sino que buscan a los familiares y los torturan para ser forzados por el régimen a entregarse».
El uso sistemático de la tortura en contra de las personas que aspiran a luchar por sus derechos fundamentales y la democracia en el país, constituyente claramente en su aplicación sistemática en un crimen de lesa humanidad, aseveró Almagro.
La aplicación de la tortura en Venezuela no es circunstancial ni ocurre en casos aislados. Ha sido utilizado prácticamente para dar castigos ejemplarizantes, para dar terror, para reprimir y para tratar de suprimir la acción ciudadana para ejercer o defender sus derechos y para castigar a la disidencia y los opositores», sentenció el diplomático uruguayo.
Tamara Suju, abogada y presidenta del Instituto Casla, calificó el primer trimestre de 2019 como «el más duro por la masividad de las detenciones arbitrarias, por la ejecución de las torturas y la violencia sexual contra los detenidos y personas perseguidas».
En el informe se especifican 40 nuevos casos de tortura a civiles, menores de edad y militares, «que han sido las torturas más atroces».
Suju especificó que en los casos de los coroneles Oswaldo García Palomo, José Romel Acevedo, el primero teniente Alberto José Salazar, el teniente Miguel Palacios y el civil Antonio José Iavichela «Todos fueron torturados desde el primer momento de su detención y por varios días».
Detalló que sufrieron colgamientos, descargas eléctricas, palizas que incluyó desprendimiento de la rotula en el civil, puntapiés en el rostro lo que derivó en perdida de la visión, cortadas con navajas en pies y glúteos, y «que les echan drogas por donde están sangrando para causar algún tipo de estado psicológico y además les inyectan sustancias que se desconocen cuáles son».
Además se incluye el reporte de ocho asesinatos extrajudiciales entre el 10 y 23 de enero de 2019, realizados por funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana (FAES – PNB).
También dijo que tienen denuncias que cinco familiares de militares disidentes, que han sido detenidos y torturados por funcionarios de la Dgcim. Todas estas denuncias serán llevadas a la Corte Penal Internacional.
Tamara Suju presenta a Luis Almagro, secretario general de la OEA, informe de la Comisión de Delitos de Lesa Humanidad https://t.co/VHdZZHUkoK
— TalCual (@DiarioTalCual) 20 de marzo de 2019
Suju acusó a los fiscales del Ministerio Público Ángel Betancourt y Farid Mora de tener «oficinas en la sede de la Dgcim donde planifican las torturas a civiles y militares que acusan como sus enemigos. Fiscales del Ministerio Público con oficinas en la Dgcim y que son testigos de torturas». También denunció al fiscal militar Manuel Echenique de estar vinculado a estos actos.
La abogada detalló que a la Dgcim se les han «asignado», por parte del ministro Néstor Reverol, unas casas que han sido incautadas al narcotráfico, y que son usados como centros de torturas clandestinos. Una de ellas estaría ubicada en la avenida Manuel Sáez de San Bernardino (urbanización al oeste de Caracas), y que sería dirigida por Jhonatan Pérez Noguera.